Un potro, cuando se le controla al poco tiempo de nacer, aprende a aceptar el contacto con los humanos y a confiar en nosotros. Si el potro ha nacido en libertad será más difícil controlarlo porque será más desconfiado.
Para controlar al potro tiene que llevar a la yegua a un box grande seguida de su potrillo. Se le debe manejar cuando los dos estén instalados,, y todos los días los tendrá que llevar allí. Tiene que dejar que el potro coja seguridad y que este cerca de su madre. Cuando el potrillo pueda ser llevado, utiliza un ramal especial para ellos. Tiene que estar a su medida y debe ser suave.
El potro tiene que ser manejado todos los días para que se acostumbre a ser tocado, comenzando por los hombros y la zona del cuello. Nunca se debe atar a un potro porque podría intentar escaparse, pudiendo provocarse lesiones o asustarse. Los potros responden mejor a un trato tranquilo y seguro, que les dé confianza. Este trabajo no hay que dejarlo, ya que cuando el potro sea mayor la tarea será mas difícil y el potrillo será más fuerte. Para llevar al potro son mas seguras unas riendas deslizantes que unas riendas fijas y un cabezal. Para enseñar al potrillo a ser llevado se necesita un espacio cerrado, para que pueda ser fácilmente capturado si se escapa.
Al principio la madre amamantara al potrillo, hasta que se le destete, aunque las razas mas resistentes no necesitan mucho alimento. El potro comenzara a comer hierba en cuanto pueda mascar. Deberemos percibir con rapidez cualquier síntoma de estreñimiento o de irritación y la dieta debe ser adaptada a esta circunstancias; recomendamos que consulten con el veterinario.
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